domingo, 23 de agosto de 2015

LA PODA

Aparentemente la poda no debiera utilizarse.
Vemos árboles cercenados y deformes debido a malas prácticas, en cambio cuando viajamos al extranjero observamos ejemplares que destacan por su buen porte y adecuada forma.


Una buena poda es aquella que corta las ramas deformes, secas, deterioradas y poco vigorosas, preferentemente.



A veces la solución con un árbol que es demasiado grande, en un espacio pequeño, 
es disminuir su tamaño mediante la poda. Lo mismo ocurre en lugares públicos donde las ramas molestan el paso de los transeúntes.


En el caso de los frutales la poda se realiza también para regular sus flores y frutos, ya que una adecuada poda incidirá en una buena producción en el año siguiente a que ésta se realice.

La mayoría de las veces la poda se realiza en los momentos de más frío en el lugar donde están plantados. Esto es  entre junio y agosto. En el caso de plantas que florecen en primavera la poda es de formación y se realiza después de que florece. Un ejemplo de ello son las spireas que florecen a  fines de invierno y comienzos de primavera. Lo mismo pasa con los paquerettes amarillos, (Chrysanthemum frutescens) y paquerette californiano (Euryops pectinatus), que si no se podan se envejecen, pero hacerlo antes de la floración es perderla.


En el caso de las magnolias la poda es especial. Son ejemplares que florecen en invierno y comienzos de primavera, por lo que se podan después de la floración. Pero como son lentas en su crecimiento sólo se cortan ramas cruzadas y dañadas. Estas plantas forman su yemas florales en el verano anterior.  Al cortar las ramas viejas se estimula su floración. 

Hay árboles que son muy sensibles al frío, como los jacaradáes, por lo que si estas especies se podan en invierno el daño de las heladas puede acrecentarse. En esos casos es preferible cortar en primavera lo que aparece seco por los fríos intensos. Igual cosa sucede con las plantas tropicales, como los hibiscos y también con los ceibos. La flor de la pluma debe también podarse después de las heladas y sólo para ordernar su aspecto.



La poda debe realizarse con muy buenas herramientas, que no dejen aserrado el corte, sino perfecto y limpio. Todas las tijeras, serruchos y tijerones deberán previamente ser desinfectadas.


Después del corte debe protegerse la herida con algún desinfectante,  eliminando de esta manera plagas y enfermedades (hongos). Una opción a aplicar es Parathion.






No conviene podar las especies que tienen hojas persistentes.Solamente se recortan sus puntas.
Los árboles muy añosos se deforman si reciben una poda muy drástica. Esta debe hacerse solamente si existe peligro  des desganches o caídas sobre construcciones, la vía pública o vehículos.Por lo general es preferible ralear sus ramillas.

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